Cómo los indicadores macro se transformaron en decisiones que separan a los ganadores de los rezagados
En una región donde los ciclos económicos aún se mueven al ritmo de la incertidumbre, Ecuador ha sorprendido con un logro discreto pero crucial: estabilidad sin euforia.
Con inflación controlada, riesgo país moderado y una balanza comercial volátil pero funcional, el país ofrece un terreno fértil para la planificación empresarial, un lujo que pocos vecinos pueden presumir.
El FMI destacó en su informe de octubre de 2025 que Ecuador “ha consolidado su estabilidad de precios y reducido la prima de riesgo soberano, fortaleciendo su atractivo financiero en la región”.
(IMF Country Report, 2025)
Pero la estabilidad no premia a todos por igual. Algunas empresas han sabido leer los indicadores y anticipar movimientos; otras, atrapadas en la inercia, han perdido margen o liquidez.
Inflación baja: el margen volvió a depender de la ejecución
En septiembre de 2025, Ecuador cerró con una inflación anual del 0,72 %, una de las más bajas de América Latina (BCE, 2025).
Desde 2024, el índice de precios al consumidor ha permanecido por debajo del 3 %, gracias al anclaje del dólar, la moderación del gasto público y una oferta interna estable.
La baja inflación abre espacio para decisiones empresariales de largo plazo, especialmente en contratos, fijación de precios y negociación de insumos.
En este contexto, algunas empresas han demostrado cómo la lectura temprana del IPC puede traducirse en ventaja competitiva:
- Éxito: Grupo Éxito (Colombia)
En 2023, durante un periodo de inflación controlada, implementó contratos de abastecimiento indexados al IPC trimestral y cláusulas de revisión automática.
Resultado: reducción del 2,3 % en costos unitarios y mejor margen EBITDA.
(Informe Financiero Grupo Éxito, 2024) - Fracaso: Falabella (Chile)
Postergó ajustes de precios y revisión de costos durante un año de inflación estable (2022), esperando más señales del mercado.
Resultado: erosión de margen bruto y aumento de inventarios en 2023.
(Reuters, 2024)
En Ecuador, este escenario ofrece una oportunidad similar: usar la estabilidad del IPC para fijar precios, renegociar contratos largos y optimizar inventarios sin castigar márgenes.
“Con inflación baja, el riesgo no está en el precio, sino en la inacción”, advierte el economista Walter Spurrier, en entrevista con Primicias.ec (2025).
Riesgo País (EMBI): las ventanas no duran para siempre
El EMBI de Ecuador cayó de niveles de 1 900 puntos básicos en 2024 a una franja de 700–800 pb en 2025 (JP Morgan, 2025).
Esa caída —impulsada por ajustes fiscales y acuerdos con multilaterales— abrió una ventana de financiamiento más barata para el sector privado.
Casos internacionales demuestran que las empresas que actúan dentro de esas ventanas reducen su costo de capital de forma estructural:
- Éxito: Arca Continental (México / Ecuador)
Aprovechó la reducción del riesgo país en 2023-2024 para emitir deuda corporativa a tasa fija en dólares, justo antes de que el EMBI regional repuntara.
Resultado: 1,9 puntos menos en costo de financiamiento y mayor flujo operativo.
(Bloomberg, 2024) - Fracaso: Avianca Holdings (Colombia)
En 2019 ignoró la tendencia al alza del riesgo país regional y postergó su refinanciamiento.
Resultado: tasas más altas y menor flexibilidad para reestructurar.
(Moody’s Investor Report, 2020)
En Ecuador, la ventana de 2025 representa una oportunidad táctica: fijar tasas, refinanciar tramos caros y renegociar pasivos antes de la siguiente ola de volatilidad global. Según El Oriente (2025), cada descenso de 100 pb en el EMBI puede reducir hasta un 2 % el costo de financiamiento para las principales empresas locales.
Balanza Comercial: el pulso de la cadena de suministro
En julio 2025, Ecuador registró un déficit comercial de −257 millones USD; un mes después, pasó a un superávit de +596 millones USD (BCE, 2025).
Estos vaivenes reflejan un entorno global donde los flujos comerciales responden cada vez más a interrupciones logísticas que a demanda estructural.
Casos en la región confirman que la lectura temprana de la balanza comercial puede proteger márgenes y garantizar abastecimiento:
- Éxito: Embraer (Brasil)
En 2023 diversificó su cadena de suministros al anticipar una caída temporal en exportaciones.
Resultado: mantuvo ritmo de entregas y evitó sobrecostos.
(Financial Times, 2024) - Fracaso: Nissan Argentina
Ignoró señales de déficit comercial en 2019-2020, lo que derivó en parálisis temporal por falta de autopartes importadas.
(Reuters, 2020)
En Ecuador, la volatilidad comercial refuerza una idea clave: la gestión de inventarios ya no es un tema de logística, sino de finanzas y estrategia.
Empresas que monitorean los saldos comerciales y ajustan contratos de abastecimiento logran mayor resiliencia ante shocks externos.
La CEPAL (2025) recomienda “mecanismos de monitoreo mensual de balanza y tiempos logísticos” como práctica prioritaria para empresas exportadoras medianas.
Cómo lo están usando los líderes empresariales
Cada vez más empresas medianas en América Latina están institucionalizando el uso de indicadores macroeconómicos en su planeación táctica.
McKinsey (2025) señala que las organizaciones que conectan datos macro con decisiones internas (como precios, deuda o inventario) son un 25 % más resilientes a ciclos económicos adversos.
Ejemplos:
- Petrobras (Brasil) vincula su planificación de precios y deuda al comportamiento del EMBI y Brent mensual.
- Bimbo (México) ajusta contratos de trigo y transporte con base en inflación y tipo de cambio proyectado.
En Ecuador, un número creciente de empresas industriales y de retail han adoptado tableros de monitoreo económico, integrando datos del Banco Central y proyecciones del FMI en sus decisiones de compra y financiamiento.
El uso de herramientas generales como dashboards interactivos, análisis de sensibilidad y modelos de escenario trimestrales permite anticipar y no solo reaccionar.
Conclusión: la estabilidad no se celebra, se ejecuta
Ecuador no vive un auge, pero sí un momento singular:
una ventana táctica de estabilidad, donde los datos macroeconómicos no son un informe de contexto, sino un mapa de decisiones.
Como escribió The Economist (2025): “Los países que logran estabilidad no ganan por azar; ganan por planificación.”
El desafío ahora no es mantener la calma, sino usarla antes de que se disuelva.
La estabilidad, como el crédito barato y la inflación baja, no premia al paciente: premia al que actúa.




